ELECTRONICA, KRAFTWERK.

Si existe un grupo clave en la historia de la música electrónica, este es, sin lugar a dudas, Kraftwerk. Fueron el primer grupo de la historia que utilizó máquinas para la elaboración de sus canciones.
Sus miembros provenían de familias con una cómoda situación económica y, al mismo tiempo, liberales e interesados en las artes. El grupo nació en Dusseldorf en 1971 donde, en un curso de música, coincidieron sus dos miembros fundadores, Ralf y Florian. Sus primeras composiciones eran de rock psicodélico improvisado que unían a la música concreta y la manipulación de cintas al estilo del visionario y percusor de la electrónica Stockhausen a quién, según las malas lenguas, vieron actuar bajo el efecto de las drogas. Aunque sus primeros discos jamás volvieron a ser reeditados, por decisión de Ralf y Florian, en ellos ya se trazaba un futuro experimental, sorprendente e innovador. El nombre de Kraftwerk, que en alemán significa “central eléctrica”, responde a su contexto social, ya que Düsseldorf era, por aquel entonces, una de las ciudades más industrializadas de Alemania.

Sus primeros discos nos sirven, si nos conseguimos hacer con ellos, para comprender la evolución de un grupo hasta la creación de su primera gran obra maestra: “Autobahn” (1974), un disco prácticamente electrónico al cien por cien y sin el cual, estilos como el electro, el avant-funk, el techno o el synth-pop, jamás habrían sido como los conocemos hoy en día, ya que los sonidos contenidos en “Autobahn” se incrustaron en el subconsciente de toda una generación, cuyos miembros, alguno de ellos, años después darían forma a los estilos anteriormente citados. “Autobahn” puede ser considerado el punto de inflexión en su carrera, además del primero de sus muchos discos esenciales e imprescindibles para la música electrónica tal y como la conocemos actualmente.
En 1975 llegaría “Radioactivity”, disco que consolidó el carácter conceptual del grupo, pues el título “Radioactivity” se refiere tanto al poder comunicativo de las ondas hertzianas como al poder de la energía atómica, al mismo tiempo que su formación más clásica, con la entrada de Kart Bartos a la percusión electrónica. Este disco es considerado el primer álbum de pop electrónico de la historia.
Siguiendo con su línea más conceptual, en 1977 publicarían “Trans-Europe Express”, una referencia más al poder de las comunicaciones, en este caso por ferrocarril, un medio de transporte que comenzaba a decaer. La influencia de este disco es enorme y va desde David Bowie hasta los estadounidenses creadores del electro, pasando por los creadores de la música industrial o el grupo de pop electrónico contemporáneo Tarwater. Por sí mismo y por su alargada sombra de influencia, “Trans-Europe Express” es considerado uno de los mejores discos de la historia de cualquier género.
En pocas ocasiones, o en ninguna, la fórmula de experimentación electrónica unida a la accesibilidad dieron un resultado mejor que “The Man-Machine” (1978) donde el trabajo de destilación musical había llegado a su momento cumbre y ya solo se podía afinar la ejecución del mismo. La perfecta conjunción entre hombre y máquina es el “leit-motiv” de este disco, que con canciones como “Neon Lights” o “The Model” alcanzaron cotas de popularidad inimaginables, al mismo tiempo que siguieron influyendo a generaciones a lo largo de todo el mundo.
De sus posteriores producciones como el maxi “Tour de France” o los albúms “Computer World” o “The Mix”, pese a su calidad indiscutible y su gran influencia, me limitaré a citarlas, ya que el punto álgido de su carrera llegó con “The Man Machine”.
Para entender la influencia de Kraftwerk en la música electrónica actual y en la figura del DJ, debemos cruzar el Atlántico rumbo a New York y el nacimiento de la música disco, cuyos ritmos mecanizados, tomados directamente del grupo de Dusseldorf empezaban a aplicarse a la música disco, allá por 1975, de mano del binomio Moroder & Summer.
La música de Kraftwerk tuvo gran influencia en Estados Unidos, donde a principios de los años ochenta, surgió la música house, que fue, a grandes rasgos, un estilo más minimalista y electrónico de la música disco de los años setenta.
Otro importante músico es el francés Jean-Michel Jarre, cuya formación se marcó con su entrada, en enero de 1969, al Groupe de Recherches Musicales (Grupo de Investigación Musical), liderado por Pierre Schaeffer (considerado el creador de la música concreta), el que se configuraría como su maestro. Hijo de Maurice Jarre (autor de importantes bandas sonoras cinematográficas, como las de Lawrence de Arabia (1962) o Doctor Zhivago (1965), ambas dirigidas por David Lean), nacido en Lyon el año 1948, también estudia en el Conservatorio de París.
Experimentador excepcional, en la década de 1970 publicó Oxygene, el álbum que lo hizo globalmente famoso. Siendo su segundo álbum, vendió más de 16 millones de ejemplares en todo el mundo y se convirtió en uno los mayores éxitos de la historia de la música francesa y en un emblema de la música electrónica de la era analógica con cerca de 86 millones de discos vendidos de toda su discografía. Incluso, Jarre fue el primer músico occidental en realizar una gira por la China post-Mao, en conseguir la mayor audiencia en directo en los cinco continentes con 3,5 millones de espectadores, en llevar la música electrónica a la Ópera de París, en subastar una única copia de uno de sus LP, en congregar más de un millón de espectadores en un concierto en la Plaza de la Concordia de París en 1979 y 2,5 millones en La Défense, también en París, en 1990.

2 comentarios:

Anónimo | 1 de marzo de 2010, 10:44

realmente interesante, seguire este blog por que el contenido me interesa mucho, y para algunos es cultura.

Anónimo | 6 de octubre de 2010, 1:14

sin duda alguna el grupo más influyente en el panorama musical del siglo XX y lo que llevamos del XXI

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